<p>Este no es un libro en defensa de Alemania. Es un libro en defensa de la Verdad. Tampoco es un libro &lsquo;&lsquo;antisemita&rsquo;&rsquo; sea lo que fuere lo que se intente evocar con esa palabra equ&iacute;voca. Es una denuncia, ya formulada antes por otras personas fuera de Espa&ntilde;a, y muy pocas y muy parcialmente en Espa&ntilde;a, contra ciertos individuos y ciertas Fuerzas. Si la abrumadora mayor&iacute;a de los individuos sirviendo a tales Fuerzas resultan pertenecer a un grupo racial determinado, ello no es culpa del Autor, sino de la naturaleza de las actividades de tales individuos.</p><p>El Autor tiene plena conciencia de que muchas de las aseveraciones contenidas en este libro sorprender&aacute;n al lector. Pero, como puede comprobarse en la referenciaci&oacute;n y bibliograf&iacute;a de esta obra, se ha procurado siempre, buscar la prueba de parte contraria, o, al menos, el testimonio de personas absolutamente neutrales en relaci&oacute;n a cada caso o situaci&oacute;n planteados.</p><p>Algunas personas piensan que esta Edad de la Democracia Liberal o Popular es la m&aacute;s adecuada a la naturaleza del Hombre (o del Ciudadano, o del &lsquo;&lsquo;Camarada&rsquo;&rsquo;), que vive en el mejor de los mundos posibles. Una opini&oacute;n bien panglossiana. Esas mismas personas gustan de pensar &lsquo;&lsquo;&iexcl;el confort intelectual antes que nada!&rsquo;&rsquo; que las guerras, revoluciones y cat&aacute;strofes que continuamente se producen en este Planeta feliz no son m&aacute;s que accidentes, sin autores que los produzcan, ni Fuerzas que los canalicen...</p><p>En este libro se sostiene una opini&oacute;n contraria; una opini&oacute;n basada en el principio de causalidad.</p>