la identidad se ha convertido en motivo de consulta y disputa en los actuales debates educativos, sociales y políticos. A la llegada de la globalización, cabe añadirle la lucha por el reconocimiento de derechos locales-colectivos (nacionales, étnicos, religiosos) que sustentan gran parte de las delicadas relaciones entre grupos humano. La tesis del libro es que la identidad es un producto cultural, fruto de la apropiación de discursos, narrativas, artefactos encarnados en instituciones y prácticas socioculturales. Para ilustrar esta afirmación, se exponen y discuten resultados de una serie de investigaciones llevadas a cabo en la Universidad Intercultural de Chiapas (México) que tenían el objetivo de, por un lado, estudiar los procesos, mecanismos o factores implicados en la construcción de la identidad y, por otro lado, analizar el impacto psicológico que tenía para los estudiantes indígenas y mestizos convivir y participar en dicha institución educativa.