<p>Esta obra excepcional escrita por el autor de<em> Vivir sin cabeza</em>&nbsp;se enmarca dentro de la m&aacute;s pura tradici&oacute;n de la ficci&oacute;n did&aacute;ctica inglesa propia de autores como More, Bunyan, Butler, Orwell o Huxley. Se trata de una teatralizaci&oacute;n de las original&iacute;simas t&eacute;cnicas que Harding desarroll&oacute; para ver qui&eacute;n somos realmente y que adopta la forma de un caso judicial que tiene lugar en el a&ntilde;o 2003 d. C. en el que un hombre es acusado de blasfemia, lo que sirve de excusa para poner en tela de juicio todas nuestras ideas sobre el modo en el que nos relacionamos con la Divinidad. Es tambi&eacute;n una clara denuncia contra la cruel caza de herejes que los humanos llegamos a practicar como si de un deporte se tratase, y un alegato apasionado en favor de la tolerancia y el perd&oacute;n en la &eacute;poca en la que vivimos.</p><p>Emocionante y conmovedor,<em> El juicio del hombre que dec&iacute;a ser Dios</em>&nbsp;es un relato que nos atrapa y se apodera de nosotros como solo pueden hacerlo esos dramas judiciales en los que un jurado popular es quien tiene la &uacute;ltima palabra.</p><p>&laquo;Este libro est&aacute; lleno de ingenio y de sabidur&iacute;a, es gracioso y divertido y a la vez profundamente serio, humano y divino. Resulta tan sugestivo para la mente que nos llena el coraz&oacute;n de alegr&iacute;a&raquo;.&nbsp;Padre Gerard W. Hughes.</p>