La presente investigación realizada en el sector Galo Plaza, parroquia 24 de Mayo, está destinada a ser una fuente de superación y evitación del maltrato físico y psicológico en los niños. La gravedad de esta problemática es tal que en ciertos casos sus consecuencias han llevado a fuertes estados depresivos e incluso al suicidio de las víctimas, considerando el tiempo que se requiere para su recuperación. Por esto es imperioso evitar la agresión física que un adulto puede causar en los niños mediante castigos violentos de tipo físico o psicológico, tales como ponerlos en ridículo u ofendiendo directamente su autoestima. Aún en estos casos muchos niños maltratados muestran una sorprendente capacidad de recuperación, especialmente si cuentan con una persona que les proteja y en la que puedan confiar. Por todo esto se hace imprescindible aportar una guía segura para que el hogar brinde amor, protección y una buena formación espiritual, permitiendo que el niño pueda desarrollar sus mejores aptitudes.