La encomienda fue una de las primeras instituciones socio-económicas que se instauró en la América colonial. Su principal función consistía en acopiar a un número de indígenas con el propósito de tenerlos bajo la tutela de un español denominado encomendero. Éste es quien se encarga de asignarles un rol para sacar provecho de su trabajo. Don Guamán Poma de Ayala en su ejercicio de Cronista quechua elabora un testimonio para el uso propio de los vasallos. Su texto Nueva Crónica y Buen Gobierno está estructurado a manera de ideario iconográfico y textual, con el propósito de instruir a aquéllos que estaban cercanos en la lectura alfabética; las imágenes, por otro lado, sirven de apoyo para poner en tela de juicio las manipulaciones y abusos de los colonizadores en el Perú.