<p>David Alfaro Siqueiros es conocido en M&eacute;xico y en el mundo como uno de los tres grandes exponentes del muralismo mexicano. La triada Rivera, Orozco y Siqueiros de inmediato nos remite a magnos murales que, teniendo como trasfondo la historia e identidad mexicanas, denuncian las injusticias sociales cometidas contra las clases m&aacute;s desprotegidas del&nbsp;pa&iacute;s como son los obreros y campesinos.<br />
En el presente libro; Siqueiros Humanista: La Marcha de la Humanidad, Maricarmen Ramos explora una faceta poco conocida de Siqueiros, en tanto ferviente convencido de la dial&eacute;ctica marxista como una v&iacute;a hacia un humanismo universal. Para tal efecto se&nbsp;apoya en el mural La Marcha de la Humanidad pintado en 1964, y que viene a ser la g&eacute;nesis&nbsp;estil&iacute;stica de la obra monumental m&aacute;s grande que existi&oacute; en su tiempo, nos referimos por supuesto al mural La Marcha de la Humanidad en la Tierra y hacia el Cosmos del Centro Cultural Polyforum Siqueiros, culminado en diciembre de 1971.<br />
M&aacute;s all&aacute; del an&aacute;lisis interpretativo que la iconograf&iacute;a y la iconolog&iacute;a de La Marcha de la Humanidad pueda mostrar, la autora se esfuerza en mostrarnos a un pintor lleno de pasi&oacute;n por la vida y el arte; se trata de la s&iacute;ntesis de un virtuoso y sus valores sociales y&nbsp;art&iacute;sticos, que a trav&eacute;s de su pensamiento filos&oacute;fico nos comunica la trascendencia del ser humano en el tiempo y el espacio.</p>