<p>Shannon O&#39;Neil es lo que vulgarmente se llama una gordita simp&aacute;tica. Estudiante aplicada, editora del peri&oacute;dico del instituto y miembro activo de una importante ONG que trabaja con ni&ntilde;os y adolescentes hu&eacute;rfanos, a sus 25 a&ntilde;os es la asistente social m&aacute;s joven del Servicio de acogidas de Camden, Arkansas. Ha roto con su novio, trabaja mil horas por d&iacute;a, la b&aacute;scula confirma que Pap&aacute; Noel le ha regalado dos kilos por Navidad, y acaba de &ldquo;heredar&rdquo;, por jubilaci&oacute;n de la oficial responsable, otro expediente de acogimiento.&nbsp;</p><p>En circunstancias normales, no le habr&iacute;a dado tanto importancia. Pero cuando reconoce el nombre en el impreso de solicitud, no se lo piensa dos veces e intenta por todos los medios librarse de aquel expediente: har&iacute;a lo que fuera para evitar volver a verse las caras con su primer amor adolescente. Ese que cuando se dign&oacute; a quedar con ella, lo hizo solamente para ligar con su hermana...&nbsp;</p><p>Mark Brady, en cambio, es el t&iacute;pico &ldquo;hombre 10&rdquo;. Pr&aacute;ctico, de ideas claras y seguro de s&iacute; mismo, con 30 a&ntilde;os dirige el rancho agr&iacute;colo-ganadero m&aacute;s importante de la regi&oacute;n. Soltero sin compromiso, se considera demasiado hombre para la oferta femenina actual por lo que sus espor&aacute;dicas acompa&ntilde;antes suelen rondar los cuarenta. Es el mayor de tres hermanos, el m&aacute;s tradicional, el m&aacute;s familiar. Ahora, adem&aacute;s, flamante padre de acogida...&nbsp;</p><p>Y recolector de calabazas: las que, incomprensiblemente, le est&aacute; dando la preciosidad pelirroja que se present&oacute; a la primera visita de control, como la nueva asistente social a cargo de los hermanitos White.</p>